Alimentos durante el embarazo

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Alimentos durante el embarazo

Llegó el día, te has hecho la analítica o el test de orina….¡Es positivo!

Y tras el momento máximo de alegría (y/o de asimilación) empiezan las dudas y los millones de preguntas, hecho que os acompañará durante el embarazo y la maternidad por cierto.

Pero entre estas primeras cuestiones, nos encontramos con una muy concreta, ¿qué cosas no puedo comer?

En algún momento de vuestras vidas habréis escuchado en la tele, a vuestras familias, amigas y quizá hasta a algún profesional comentar que este o aquel alimento no se debe consumir durante el embarazo, de ahí que esa duda ahora os acuda a la mente.

Hay que tener en cuenta una certeza, y es que durante el embarazo lo esencial es seguir una dieta lo más equilibrada y saludable posible, tanto por el bien del futuro bebé como por el de la propia mami. Frases como “tienes que comer por dos” no son más que mitos, ya que la embarazada no necesita ingerir el doble de alimentos para estar sana.

Por otro lado debéis saber que no hay que ponerse a dieta. Esto es muy, pero que muy importante. Hay muchas embarazadas que se preocupan por la cantidad de peso que cogen, por como quedará su figura después del parto… y cometen el error de hacerlo. Ponerse a dieta durante el embarazo puede suponer el riesgo de alguna falta de nutrientes esenciales que ahora, más que nunca, no deben escasear en el organismo de la futura madre.

Quizá en determinados casos concretos el ginecólogo pida que se controle el peso, porque su exceso para algunas personas también podría suponer un riesgo. Aunque ello no significa ponerse a dieta estricta en modo “operación bikini”, significa, volviendo a lo que comentábamos antes, seguir una dieta sana y equilibrada.

Alimentos prohibidos durante el embarazo

Así que una vez que sabemos todo lo anterior, volvamos al quid de la cuestión ¿que alimentos debo evitar durante el embarazo?

    • Alcohol. Aunque haya profesionales de la salud que te digan “por una caña no pasa nada” (a mí me lo dijeron), sí que pasa. El alcohol llega directamente al feto a través del torrente sanguíneo, así que literalmente sería caña para ti = caña para el peque. Además el consumo de alcohol durante el embarazo puede provocar síndrome de alcoholismo fetal, que deriva en deformidades faciales o defectos cardíacos.

 

    • Alimentos crudos o poco hechos, por ejemplo carne, pescado, marisco, huevos… por el riesgo de transmisión de bacterias y virus que conlleva, como son la listeria, el anisakis o la toxoplasmosis. Así que durante este período, nada de sushi, ni filetes de ternera poco hechos ni tampoco unos huevos rotos.

 

    • Quesos o lácteos sin pasteurizar, por el mismo motivo que el punto anterior. Mirad bien las etiquetas de los quesos porque os sorprenderá leer que hay varios así. Y si coméis en algún restaurante italiano y os ponen queso para echar a la pasta, preguntad si esta pasteurizado (me consta que alguno es sin pasteurizar porque tuve la suerte de que el camarero me lo dijera cuando lo pedí).

 

    • Paté de hígado o cualquier otro alimento que contenga este órgano, ya que tiene una carga muy elevada de Vitamina A y un exceso de esta puede causar toxicidad y dañar al feto.

 

    • Pescado azul grande, como el pez espada y el atún rojo. Estos peces grandes pueden contener dosis peligrosas de mercurio, el cual se asocia desde hace tiempo al Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). De hecho La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda, en un informe de Octubre de 2019, que esta medida se extienda a madres lactantes y a niños hasta los 10 años. Aquí podéis ver el cartel que se publicó al respecto, donde se presenta de manera muy simplificada toda la información recogida en dicho informe.

 

    • Infusiones. Aunque nos parezca una bebida inofensiva, no podemos olvidarnos de las propiedades que tienen las plantas y hay que tener cuidado con ellas ya que pueden causar, por ejemplo, malformaciones fetales o hipertensiones. Por supuesto no todas son dañinas, aunque entre las prohibidas nos podemos encontrar algunas tan comunes como: valeriana, melisa, raíz de regaliz, romero, aloe, menta-poleo, cúrcuma, anís estrellado y anís verde.

Alimentos a tener en cuenta

A parte de estos alimentos a evitar, cada uno por los motivos que hemos ido desgranando, nos encontramos con otros que no son tan prohibitivos pero de los que sí debemos tener en cuenta algunas consideraciones:

  • Jamón serrano. Posiblemente sea uno de los más controvertidos, ya que hay opiniones contradictorias al respecto. Mientras algunas corrientes afirman que no es seguro comerlo salvo que se haya congelado durante unas 48h, otras fuentes como el Hospital San Juan de Dios de Córdoba dicen que sí se puede comer, siempre el proceso de curación sea de 18 meses y haya superado los controles correspondientes de calidad.

 

  • Embutidos. Con respecto a estos se consideran peligrosos, prohibidos incluso por el riesgo de toxoplasmosis, todos aquellos que sean crudos o curados (con la salvedad del jamón serrano). Sin embargo como alternativa se puede optar por aquellos que estén cocidos como el jamón de york, el chopped o la mortadela. A este respecto hemos de tener en cuenta lo que comentábamos antes, y es que es muy recomendable mantener una dieta sana y equilibrada en todo momento, más aún durante el embarazo. La alimentación durante los primeros 1000 días del bebé son cruciales para su vida, y estos días comienzan a contarse desde la gestación. Por ello, a la hora de consumir cualquier producto procesado como los embutidos, es importante que sea de manera esporádica y, a ser posible, que sean comprados en charcuterías y no envasados.

 

  • Pescados ahumados. No es recomendable su consumo ya que entrarían dentro del grupo de pescados crudos, salvo que estén previamente cocidos o hayan sido congelados a una temperatura adecuada (en un congelador habitual con temperatura superior a -20º y debería estar al menos 5 días).

 

  • Cafeína. Según unos estudios del Instituto Canadiense Motherisk, se puede consumir cafeína con moderación durante el embarazo y estiman que una cantidad inferior a 300mg. (hasta unos 3 cafés al día) no supone un peligro durante el embarazo y la lactancia.

 

  • Es muy importante lavar bien las frutas y las verduras antes de consumirlas crudas, así como los utensilios que se usen para pelarlas y cortarlas.

 

Como podéis ver no se trata de unas indicaciones exageradas o descabelladas, tan sólo hemos de tener un poco de cuidado y de información ya que se trata de un momento “delicado” para la mujer y para su criatura. Por supuesto, si en algún momento tenéis dudas no dejéis de consultarlas con vuestro ginecólogo/a o matrona.

Por último y no por ello menos importante, sino más bien todo lo contrario, la indicación esencial a tener en cuenta: ¡disfrutad del embarazo!

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