Cuidados del cordón umbilical

Cuidado cordon umbilical

Cuidados del cordón umbilical

Cuando por fin llegas a casa con tu criatura recién nacida te das cuenta de cuánto ha cambiado tu vida, de lo distinto que es todo… y empiezan a surgir multitud de dudas, algunas ya las traías de antes y otras son de «nueva creación».

Entre todas estas novedades te encuentras precisamente con el cordón umbilical. Ese nexo físico que os ha mantenido unidos durante todo este tiempo y que ahora, sin embargo, es un colgajo que casi te da reparo tocar. ¡Vaya que le hagas daño o que se caiga!

¿Cómo manipular el cordón umbilical?

Durante el embarazo, el cordón es el encargado de proporcionar los nutrientes necesarios a nuestras criaturas. Tras el parto, se procede al pinzamiento (a ser posible, lo ideal sería que se tratase de un pinzamiento tardío para así garantizar unos buenos depósitos de hierro) y al corte, quedando entonces un muñón brillante, que parece gelatinoso y húmedo. A medida que pasan los días, el cordón se va secando hasta que finalmente se desprende.

Y a nosotras, mamás y papás, nos toca convivir con ese muñón hasta que se caiga, procurándole los cuidados necesarios para prevenir una infección.

Por eso, respondiendo a la pregunta, la forma correcta de manipular el cordón umbilical es manteniendo una correcta higiene de manos. En las circunstancias actuales, creo que ese es un aspecto que todos tenemos ya más que interiorizado…

¿Cómo cuidar el cordón umbilical?

El muñón del cordón a fin de cuentas es una herida, por lo que es indispensable cuidarla ya que puede ser una fuente de entrada para infecciones. Así, una vez nuestras manos estén limpias, podremos tratarlo para mantener esta herida lo más sana posible.

  • La mejor manera de tratar toda herida es lavarla con agua y jabón. 
  • No es necesario el uso de ningún antiséptico (en países desarrollados): ni clorhexidina, ni povidona yodada, ni alcohol rebajado… Hay algunos estudios de la OMS del año pasado que confirman incluso que el uso de los mismos puede llegar a retrasar la caída del cordón.
  • Una vez limpio, hay que asegurarse de secarlo bien. De hecho esto es esencial, ya que debemos procurar que esté siempre seco. Para ello lo ideal es hacerlo dándole toquecitos con unas gasitas, nada de frotar con toalla. 
  • No es necesario cubrirlo ni envolverlo con una gasa, pues esto haría que tuviésemos un entorno húmedo en vez de seco.
  • Al colocar el pañal, podemos darle un pequeño pliegue por la parte superior para dejar el cordón al aire.
  • Lo ideal sería vestirlo con ropa ancha para evitar posibles enganches.

Normalmente no suele haber problemas con el cordón, sin embargo es muy importante consultar con el pediatra si ocurre alguna de las siguientes situaciones:

  • Tiene más de 15 días y no se ha desprendido.
  • Hay sangrado.
  • Desprende mal olor.
  • Supura líquido.
  • Hay enrojecimiento de la zona.

¿Qué pasa cuando se cae el cordón?

De manera habitual el cordón tarda en desprenderse entre 5-15 días, todo depende de cada criatura claro.

En el momento en que se cae el cordón, lo ideal sería seguir tratando la zona con delicadeza durante una semana. Esto quiere decir lo siguiente:

  • Procurar un buen secado hasta tener asegurada su completa cicatrización.
  • Observar que no haya enrojecimiento ni supuración.

 

Y para aquellas mamás y papás que, como yo, quieran guardar recuerdo de todo, también pueden hacer lo mismo con el cordón caído.

En mi, caso por ejemplo, tengo los de mis peques en unas bolsitas zip, cada uno con el nombre y la fecha en que se cayó.

¿Qué hicisteis o qué haréis con el de vuestro peque?

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